de camino al boliche parame en la farmacia que voy a comprar aspirinas, porque no aguanto la resaca de ayer
tantas veces amanecimos entre colé y la reconquista, y el raconto, el resumen, el regocijo compartido. la locura de un verano que siempre vamos a recordar.
y con las cortinas cerradas para que no entrara la luz o la chusma, se escuchaba todo tan bien, tan cálido.
ahora es raro mirar esas formas tan extrañas sobre la estantería... y ese sonido.
tanta creatividad pasó por estos snowline. los metrónomos y las mil y una toma. la bombita roja.
la verdad es que cada vez que apreto el botoncito para apagarlos y la nad hace el plip del corte, se disparan tantas memorias con olor a incienso y con sabor a té en saquitos. no hace tanto, pero parece mucho ya.
quién pensaría que tan solo 3 años después, estaríamos cada uno en una ciudad distinta del mundo.