Como escribir lo que no quiero escuchar, enganchado de los pies con las palabras que se me desordenan y no me dan las manos para juntarlas, caen al piso de a una en una, y se dividen, ya son dos.
Puedo hoy describir algo de lo que siento, el niño pobre frente al juguete mas caro de todos los que están en la tienda, un tapón de sidra gijonesa barata caliente agitada hasta mas no poder. Soy un polifón también, para no golpear ni dañar lo frágil que es tu canto.
Un barco lleno agujeros por los cañonazos que el mismo se disparo, corte mi ancla y mira donde vine a parar, a la isla que todos quieren llegar.
La noche es un niño insolente malcriado ya crecido que aun todavía llora si le sacan el chupete, los átardeceres los congelo y me los llevo para casa, las madrugadas las abandone, las mañanas casi nunca las veo, y el sol mi eterno amigo cuando nos damos cita a las tres y veinticinco de las tarde y me ayuda a sacar lindas fotos a mis lindas cosas.
Vengo de barrenar una ola bastante grande que sacudió las telarañas mas estúpidas adentro de mi cabeza, pero también esa agua acicalo mi conciencia, me hizo ver lo que nunca CREI ser, me hizo crecer.
y si paso a los planos del que late sin que se prenda fuego todo.
Café
puntiagudos
lana
ocre
mal atado
y navego en ese barquito que ya esta cantado.